domingo, 20 de diciembre de 2009

Navidades francesas



Voy a cortarme el pelo como Tracyanne Campbell, cantante de Camera Obscura; voy a pintarme las uñas de color rojo, a comprarme una pandereta y a tocarla por las calles de Granada.

Con este video me doy cuenta de la falta que me hace repasar todo el inglés aprendido... Fíjense hasta que punto es necesario que en mi mente traduje "French Navy" por "Navidades francesas". Definitivamente debería alistarme en la marina, da igual si francesa o polaca; irme a recorrer océanos y mares que sólo puedes pisar varios metros por encima de ellos o, con algo de suerte, si te acompaña algún profeta estilo Moises.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Parnaso

Imagen de Marta Yglesias

parnaso.

(Del lat. Parnāsus, y este del gr. Παρνασός).

1. m. Conjunto de todos los poetas, o de los de un pueblo o tiempo determinado.

2. m. Colección de poesías de varios autores.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Guiños

Imagen de Marco Colin


Yo: ¿Ya has visto mi blog?
Mamá: ¿Ese quién es?

En la hora de las mandarinas somos tan ácidas.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Te deseo

Un día de invierno, mientras me aventuraba a cruzar una carretera pasando por encima de la mediana, un folio enrollado sobre sí mismo se acercó tímidamente hasta mis botas. Si fuera franca y menos fantasiosa, diría que sencillamente el impulso del aire que levantó uno de los vehículos al pasar, hizo que el rollo de papel llegase hasta mis pies.

Cuando lo miré por primera vez, dudé entre aprovechar y cruzar la carretera o agacharme a recogerlo. Tuve la necesidad de hacer lo segundo. Me sorprendió comprobar lo pulcro que estaba el folio pese a estar deambulando en mitad de ninguna parte. Hacía frío y recuerdo que tuve que quitarme el guante derecho para poder desenrollar la gomilla que lo rodeaba. Se dilataron mis pupilas y comencé a leer aquellas palabras escritas a mano, quizá, quién sabe, con una pluma Montblanc o un Bic negro.

Aún no siendo el mejor de los sitios para saborear una lectura, no pude seguir mi camino. Imantados en la oscuridad, mis ojos y aquellas letras, siguieron juntos desde la primera palabra hasta la última.

Deseo que un ápice de la emoción que yo sentí al leerlo traspase esta pantalla, llegue al corazón y la mente de quien ahora lo lea.

Te deseo primero que ames, y que amando también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, mas no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que influyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera te sentirás bien por nada.

Te deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez al año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: "Esto es mío", sólo para que quede claro quien es el dueño de quien.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estéis exhaustos y sonrientes, habléis sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo nada más que desearte.

- Buscando por la red he visto que, en realidad, este texto es un poema y no está escrito en prosa. Sin embargo, y por el tremendo cariño que le tengo, he querido reproducir el texto tal cual yo lo encontré escrito.

- Investigando más profundamente, descubro que este poema tiene una autoría dudosa e incierta, pero que muy posiblemente sea obra del periodista y poeta contemporáneo Sergio Jockymann (Brasil 1930), quien publicó estas palabras en el Jornal Folha da Tarde de Porto Alegre, allá por 1980. En Internet, sin embargo, son muchos los que erróneamente atribuyen el poema a Victor Hugo.

- Aquí podéis ver la versión original del poema en portugués.





miércoles, 2 de diciembre de 2009

Alicia y sus amigos

Porque mis amigos invisibles, también pueden ser tus amigos.