martes, 14 de mayo de 2013

Mentiras

People Press Play - These Days


No necesitas gran cosa. Solo una motivación y la confianza total en una ilusión. Un espejismo. Algo incorpóreo que en tu mente cobre vida y sentido. De hecho, son necesarios todos los sentidos. Ponle algo de color, el que más te guste, un toque de ese olor que tanto anhelas respirar, el tacto de algo que te dé tranquilidad, el sonido de esa canción que te hace sentir la victoria y el sabor... el sabor será tu recompensa. 

Sucederá. Te irá llenando poco a poco, la notarás, pero no sabrás que es ella, será una caricia recorriéndote, noche tras noche. Un pensamiento analgésico antes de dormir y una razón vibrante antes de despertar. Será el gesto de aquel niño al cruzar; el tacto de la hierba un día de primavera; el sonido de una llave abriendo tu puerta. Será la que te esperará al final de las escaleras; la que te curará las heridas. Será, sobre todas las cosas, la más bella palabra dicha en todos los idiomas. 

Estará dentro de ti; convirtiéndote en alguien mejor, alguien mucho mejor, creerás. Alguien que sonríe con ternura, alguien que da besos lentos, alguien que cocina con amor. Alguien feliz. Sentirás el alegre zigzagueo en el estómago, y, alguna inocente vez, una sutil punzada. 

Es ella, no lo sabes y quizá no lo sepas nunca, pero no hay vuelta atrás, te ha calado. Crecerá lentamente, invadiendo tus huesos, tu sangre, tu sudor. El eco de tu voz y el olor de tu pelo; y tu piel, de terciopelo y nácar; y la cicatriz en tu vientre y hasta tu forma de cruzar las manos al dormir, son de ella. Todo cuanto construyeron en ti, ahora le pertenece. 

Convivir con el dolor no es fácil, pero créela, entregarle la vida no será tu redención. Cuando ya no quede nada de ti, aún te quedará el recuerdo de lo que fue, de lo que significó, de esa luz que infundió con tanta facilidad como un día la extinguió. Verás la pasarela encerrado, desde tu insignificante mundo de cristal, y mentira a mentira, por fin saborearás esa extraña sensación de mirar la realidad con unas gafas que alguien graduó mal, muy mal. 




jueves, 9 de mayo de 2013

El invierno olvidado


Ingrid Michaelson - I'm throug


No sabía cuánto tiempo había pasado ni desde cuándo estaba allí. Tenía los ojos cerrados cuando sintió el cosquilleo del pelo rozándole la cara. Un dulce despertar. Fue entonces, y no antes, cuando abrió los ojos y sonrió. Estaba nevando; pequeños, diminutos cristales de agua que se posaban en su cabello, bailaban levemente frente a su mirada.

No sabía cuánto tiempo había pasado ni desde cuándo estaba allí; ni cuántas estaciones habían rotado hasta ser invierno; pero sí, ese era él. En un barrio sin nombre, en una calle desconocida, en un rincón del mundo, dos extraños caminan y se alejan entre la nieve.

No sabía cuánto tiempo había pasado ni desde cuándo estaba allí, pero todo recordaba a una blanca postal invernal, sin remite, con lápiz y en cursiva, donde alguien había escrito:


Decidí quedarme en el mismo lugar
por si deseabas volver
que pudieses encontrarme.
Que pudieses deshacer 
el agua hecha nieve
el cabello enredado
el invierno olvidado.