viernes, 8 de noviembre de 2013

Pequeña magnolia






Yo quería decir que,
al final del día,
cuando has estrujado las calles
donde nunca vivirás,
escarbas en la tierra
y buscas un lugar.

Yo quería decir que,
cuando tus ojos de luna
se apagan,
clavas las uñas
en la hierba
y nadie te puede consolar.

Sí, 
yo quería decir que,
todos los cuerpos
que desentierras
son flores que nadie supo amar
violetas y amapolas y lirios,
y la palma de tu mano
meciendo su fragilidad.

Quise decirte que,
plantas semillas
bañadas en sal,
y suspiras a una tierra
que enmudece al verte llorar.

Quise decirte,
pequeña magnolia,
no llores más,
no hay tierra seca,
ni flor que resucitar.
Alza las manos
ha llegado la paz.

Aida H.C