jueves, 5 de noviembre de 2009

Greguerías, definiciones y otras conclusiones


  • Pedales de bicicleta: maquinillas de cortar el pelo a las distancias.
  • Pingüino: es una palabra atacada por las moscas.
  • Los gansos andan en zapatillas.
  • El ciprés es un pozo que se ha hecho árbol.
  • La mariposa lleva a su gusano de viaje.
  • Sólo el poeta tiene reloj de luna.
  • El gato tiene pelo de presidiario.
  • La cebra es un animal que luce por fuera su radiografía interior.
  • Idem" es una palabra ahorradora.
  • Al ombligo le falta el botón.
  • En el río pasan ahogados todos los espejos del pasado.
  • Los cocodrilos están siempre en pleno concurso de bostezos.
  • La serpiente mide el bosque para saber cuantos metros tiene y decírselo al ángel de las estadísticas.
  • Los dulces finos son servidos en diminutos paracaídas.
  • El café con leche es una bebida mulata.
  • Estamos mirando el abismo de la vejez y los niños vienen por detrás y nos empujan.
  • Tenía tan mala memoria que se olvidó de que la tenía y comenzó a recordarlo todo.
  • Mientras nos bañamos se nos ahogan algunos recuerdos.
  • Trineos: mecedoras para la nieve.
  • Era un pintor tan viejo que se le habían quedado los pinceles calvos.
  • El acordeón tenía los pantalones rotos.
  • Aquel despacho olía a libros malos.
  • Los cereales son náufragos perdidos en la leche, la cuchara es el barco que los rescata.
  • El mar es azul porque el cielo destiñe cuando llueve.
  • Cuando caen rayos hay que decir ¡pa-taa-taaa!

Greguería = Humorismo + Metáfora

Se me olvidan muchas más frases que, a buen seguro, me dejo en el tintero. Son divertidas, ocurrentes, imaginativas y emotivas por la sencilla razón de que transgreden lo evidente, lo simple y lo común.

A Ramón Gómez de la Serna le debemos más de una, greguería me refiero. Fue allá por los inicios del siglo XX cuando este humilde caballero español soltó la melena de las vanguardias y se paseó por las ciudades de una España tan ancha como la cintura de un alfiler. Empezó participando en tertulias de aquel Café Pombo, alojado en una calle de librerías y tiendas ortopédicas, y no dejó de escribir, dejando a su paso y tras él una prolífica y vasta obra que llega hasta nuestros días.

Ser capaz de imitar de tal manera los distintos cantares de un gallo y escribir obras como Automoribundia, sólo puede ser fruto de la mente de un genio hecho persona.




- Enlace de interés sobre Ramón Gómez de la Serna.
- Enlace desde el que podemos acceder a un interesante vídeo-reportaje sobre el autor y su vida.

5 comentarios:

Josue dijo...

No sabia de la existencia de las greguerías, yo las habría llamado metáforas o ironías bien fundadas, jaja, en cualquier caso gracias por enseñarme, nunca te cansas de sorprenderme jaja

PS: Me encanta la de Los cocodrilos están siempre en pleno concurso de bostezos. Me siento identificado. XD

VAlexGA dijo...

Muy bueno ^^, ahora tengo más ejemplos sobre las greguerías, y es que hasta hace no mucho que una personita me comentó sobre ellas, no sabía ni de su existencia ;)

Aida Al Hawari dijo...

¡Pero qué lectores más fieles tengo! La escribí ayer en un ratito... pero luego viéndola comprobé que el color de la letra (no sé porqué razón) no era el que debía ser. Y hoy cuando me dispuse a corregirla me encontré con ¡dos supercomentarios!

Aún así veo que no ha sido inconveniente para vuestros ojos poder leerlo y reiros un ratillo.

¿vosotros también teneis un monóculo sin cristal? ^o^

Zeta dijo...

Explendida como siempre**. Cada mañana que me levanto entro en tu blog para ver si puedo reir, llorar, aprender o sentir.

Gracias por compartir este pequeño espacio con nosotros. Un beso enorme

Zeta dijo...

Eyyy pues está muy chulo el enlace que has puesto debajo para poder acceder a otros temas. JaJa me encanta la frase en plan "quiza a Usted le interesa también..."

La verdad es que he vuelto a leerlo y creo que me he reido más todavía. Ya sabes, algunos somos más lentitos y necesitamos un par de veces para asimilar todo**

Por cierto no sé que le pasa a mi cuenta pero no me deja abrirla ultimamente. Y sólo me queda salir con el nombre en gris. Aunque quieras que no, pega con el blog de Los días grises.