sábado, 9 de enero de 2010

Llueve

Tengo tanto que aprender.

Y hoy el oficio de la calle Oficios ha sido llover. Llover a cántaros, calarse. Y las gitanas y el romero de sus manos, y las goteras, y las grietas de los zapatos, y los souvenirs granadinos, han estado presentes. Ha llovido más que en otras calles, porque cada adoquín, cada una de las piedrecitas primorosamente colocadas en el suelo, sobre el asfalto, parece que hubiesen acumulado la cantidad de agua precisa y justa que pudiesen contener entre sus paredes.

He sentido la lluvia. Dentro, muy dentro. Como si el desplome de cada gota resonara aquí, en el pecho. Durante unos instantes, y aunque tenía prisa, y aunque el frío me sienta fatal, y aunque estaba empapada, no pude evitar pararme, en seco, y escuchar el agua caer.

Les dejo con Fanfarlo. El primer video me parece muy divertido, me imagino que en mi cuarto pasa eso mientras duermo y me da la risa. El segundo, tiene un ritmo tan contagiosamente alegre, que es imposible querer irse a dormir.








5 comentarios:

Josue dijo...

Es curioso, yo no hace mucho publique una entrada con el nombre de “Lloviendo”, mas curioso aun es que con solo cambiar la terminación hagamos enfocado tan distintamente los temas.
Me encantan la mayoría de canciones que cuelgas, son alegres, no cambies y sigue dándole a la vida ese toque de alegría.
Un abrazo Aida 

Zeta dijo...

Que bonitas tus palabras, tus acciones, tus canciones... sentirte con la lluvia en la cara, en el pelo, en tus manos. Sentir que te gusta oirla caer en tus hombros y como resuena en tus oidos. La calle de los oficios ha trabajado lluvia el día de hoy, pero mañana por qué no podrá trabajar sonrisas, tener de oficio alegría y traerte una buena carcajada, que te ascienda a lo más alto del cielo y te haga caer en picado, hasta tu cama y allí sentirte libre.
Te mando un abrazo fuerte^^

Aida Al Hawari dijo...

¡qué de sonrisas me despertáis! ^^

Gracias.

VAlexGA dijo...

Tanto que aprender... nos pasamos nuestras vidas aprendiendo cosas, sean malas o buenas, la mayoría útiles, otras no las querríamos aprender... pero gracias a gente como tú podemos aprender y disfrutar de las buenas, con lo que nos muestras en tu blog o cuando hablamos contigo, y eso es de agradecer, ya que das felicidad.

Un abrazo.

Azul... dijo...

Los días grises no son para siempre :)

Te mando un besote!