Pio Pio

Pio pio, que yo no he sido. No inicio Vuelayvuelve por iniciativa personal aunque sí es cierto que lo creo con la ilusión que se tiene al empezar algo nuevo y distinto.

Gracias a los que me estáis leyendo, a los que me apoyan, a los que me quieren, a los que me siguen, a los que no me siguen, a los que me dan lo mejor, a los que me dan lo peor. Gracias a todos porque de todos aprendo algo -bueno y muchas veces malo-, gracias a ti y también -¿por qué no?- a mí.

Comienza Vuelayvuelve, y no me estoy refiriendo a un búmerang. Con este título hago memoria a esa maravillosa capacidad que tenemos casi todos de subir gloriosamente hasta lo más alto y volver, de vez en cuando, hasta donde un día estuvimos. La diferencia está en que unos vuelven porque quieren y otros porque caen fulminantemente hasta estamparse. Hay muchas formas de volver, está claro.

Todos tenemos alas, no todos sabemos usarlas. Ese sería el resumen. Vuela hasta dónde quieras, puedas, sueñes o desees. Jamás olvides de dónde viniste, quién eres y quién fuiste.